OJOS DE GALLO
Las deformidades de los dedos y las zonas sometidas a un exceso de presión, unidas a los calzados inadecuados, hacen que la piel genere un aumento de su capa córnea provocando zonas hiperqueratósicas, helomas (callos y durezas) y callitos entre los dedos llamados comunmente "ojos de gallo".
Las técnicas quiropodológicas (QUIROPODIA) aplicadas por el podólogo, aportan un alivio sintomático de las mismas.