La UÑA ENCARNADA (ONICOCRIPTOSIS) consiste en la penetración de los bordes de la uña dentro de la carne que la rodea. Esta penetración suele comenzar como una irritación dolorosa de un borde de la uña (o de los dos) que puede infectarse. Con la invasión bacteriana, los bordes periungueales se vuelven rojos, inflamados y en ocasiones con pus. En personas con diabetes o con mala circulación este afectación puede convertirse en un problema extremadamente grave. En estos casos una simple uña encarnada puede resultar en una gangrena del dedo. Igualmente, pacientes con prótesis articulares o marcapasos tienen mayor riesgo de diseminación bacteriana a través de la circulación pudiendo llegar a diseminar la infección a estos sitios. Estos pacientes deben buscar atención ante los primeros signos y síntomas de que la uña se clava.
Son muchas las causas por las que las uñas se pueden clavar:
Mucha gente recurre a lo que se llama “cirugía del cuarto de baño” para cortar en su casa el margen de la uña que se clava, pero esto empeora la lesión meses después según la uña vuelve a crecer.
Para prevenir que las uñas se claven es recomendable usar un calzado apropiado que no comprima la zona de los dedos y cortar las uñas de forma recta (generalmente) y no muy cortas.